El exalcalde de Medellín y precandidato presidencial, Daniel Quintero, tensó la cuerda con el Pacto Histórico al afirmar que su permanencia en la coalición “no está garantizada”. En un mensaje difundido el 24 de agosto en su cuenta de X, replicado por varios medios nacionales, Quintero acusó a sectores de la izquierda de incurrir en prácticas “miopes y sectarias” que, según él, estarían cerrando espacios a liderazgos regionales.
El dirigente denunció además que varios aspirantes cercanos habrían sido excluidos de la consulta interna de octubre, y advirtió que dentro de la propia coalición se estarían amplificando procesos judiciales en su contra como parte de un supuesto “lawfare” para sacarlo del camino presidencial.

Las declaraciones tuvieron eco inmediato. Portales digitales y cadenas radiales reseñaron el pulso de Quintero con el bloque oficialista, destacando su advertencia de romper filas si persisten los vetos y la judicialización de la política. Voceros del Pacto Histórico, por su parte, negaron la existencia de “roscas” o exclusiones, aunque otras corrientes del sector aprovecharon para cuestionar los antecedentes del exalcalde y los procesos que rodean a su gestión en Medellín, lo que agudizó la controversia.
El episodio se da en medio del reacomodo interno de la coalición, que avanza hacia la definición de una candidatura única para 2026. Nuevos precandidatos ya han oficializado sus aspiraciones y el clima de competencia dentro de la izquierda de gobierno crece a medida que se acerca la consulta.
Quintero, en todo caso, dejó abierta la posibilidad de apartarse del Pacto: “Si no hay rectificación, resetearé este sector, desde adentro o desde afuera”. En el corto plazo, el debate se centrará en las reglas de participación para la consulta de octubre y en el impacto que este pulso pueda tener en la articulación del frente oficialista con miras a las presidenciales.
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